Terapia ABA para abuelos: más que solo tiempo de juego
Por Andi Fathe-Aazam, BCABa
Introducción
Cuando echas un vistazo a una sesión de terapia ABA, puede parecer que tu nieto solo está... jugando.
Construir torres de bloques.
Hornear un lote desordenado de galletas.
Bailando al ritmo Tiburón bebé por duodécima vez (bendita sea tu paciencia).
Pero este es el secreto: la terapia ABA no es una sesión de tutoría o un tiempo de juego aleatorio; es ciencia disfrazada. Cada juego tonto, cada chocar los cinco, cada momento de «Primero limpiar, luego usar la tableta» tiene un propósito. Hay un método para la locura.
Qué sucede realmente detrás de la obra
- Pequeños pasos, grandes triunfos: ABA divide las grandes habilidades (como cepillarse los dientes) en pasos del tamaño de un bocado (coger el cepillo, añadir pasta de dientes, cepillarse los dientes superiores...). Cada paso es realizable y cada éxito genera confianza e independencia.
- Diversión = aprendizaje: Cuanto más divertida sea la actividad, más fácil será para el cerebro absorber nuevas habilidades. ¿Ese juego de bloques? No se trata de «simplemente apilar», sino de enseñar en secreto cómo tomar turnos, resolver problemas y comunicarse.
- Repetición y celebración: Hacer algo una y otra vez con elogios entusiastas en realidad reconfigura el cerebro para el éxito. Es más probable que los niños repitan el comportamiento cuando les resulta gratificante.
Por qué no se trata solo de «tutoría»
La tutoría enseña materias académicas. ABA enseña la vida.
- Un tutor ayuda con las hojas de trabajo de matemáticas.
- Un terapeuta de ABA puede usar galletas horneadas para enseñar matemáticas (medir, contar) y comunicación («¿Puedo revolver?») y paciencia («Espera tu turno»).
- Un tutor enseña ortografía de palabras.
- Un terapeuta de ABA enseña la comunicación significativa: cómo pedir ayuda cuando la ortografía se pone difícil (una habilidad de supervivencia diaria).
La terapia ABA no consiste en llenar el cerebro de un niño con datos. Se trata de equiparlos con las herramientas para prosperar en el mundo real.
Cómo los abuelos pueden unirse a la diversión
¿Tu papel de abuela o abuelo? No tiene precio. Así es como puedes convertir los momentos cotidianos en momentos poderosos de ABA:
- Siga con el plan: Si el terapeuta sugiere una estrategia («Primero limpia, luego juega»), repítala. La coherencia entre los miembros de la familia ayuda a los niños a aprender de forma más rápida y fácil.
- Haga de la vida cotidiana una lección: Juegue juegos de mesa, hornee, trabaje en el jardín o salga a caminar. ABA prospera en entornos del mundo real, donde las habilidades son lo más importante.
- Celebra las pequeñas cosas: Cuando tu nieto cierre la cremallera de la chaqueta o pruebe una nueva palabra, anímate como si acabara de ganar la Super Bowl. Esa alegría es combustible para aprender.
Por qué es importante
Las investigaciones muestran que los niños que reciben una terapia ABA estructurada, divertida y temprana suelen adquirir habilidades comunicativas, sociales y de independencia más sólidas. La «diversión y los juegos» no son para nada más, sino que son el vehículo para un crecimiento real y duradero. Y cuando el aprendizaje se siente como un juego, se mantiene.
Conclusiones
La próxima vez que vea a su nieto riéndose durante una sesión de ABA, recuerde:
- Hay una ciencia detrás de las sonrisas
- No es solo un juego sin propósito
- No es tutoría
- ¡Es progreso disfrazado de diversión! 💡✨
Referencias
- Cooper, J.O., Heron, T. E. y Heward, W.L. (2020). Análisis de comportamiento aplicado (3ª ed.). Pearson.
- Fuller, E. A. y Kaiser, A. P. (2020). Los efectos de la intervención temprana en los resultados de la comunicación social de los niños con trastorno del espectro autista. Autismo, 24 (2), 338—349.
- Koegel, L.K., Singh, A.K., & Koegel, R.L. (2014). Mejorar la motivación académica en niños con autismo. Revista de autismo y trastornos del desarrollo, 44 (9), 2361—2373.
- Landa, R.J. (2018). Eficacia de las intervenciones tempranas para bebés y niños pequeños con trastornos del espectro autista y en riesgo de padecerlos. Revista internacional de psiquiatría, 30 (1), 25—39.
- Consejo Nacional de Investigación. (2001). Educar a los niños con autismo. Washington, DC: National Academy Press.
- Skinner, B.F. (1953). Ciencia y comportamiento humano. Macmillan.